Julia subió las escaleras de madera de tres en tres para coger una chaqueta. Las maletas estaban puestas en una habitación totalmente desordenada, a mitad de camino entre el reino de lo absurdo, la genialidad y un trastero. Cogió una cualquiera, y se apresuró a salir por la puerta silenciosamente. Hacía tanto que no paseaba de noche... De hecho, le encantaba, pero el último medio año no había sido el mejor para ese tipo de placeres. Caminó despacio mientras enfilaba la calle de sus tíos. La bienvenida y la cena habían sido las esperadas. Todo el mundo había respetado su actitud taciturna , achacándola al cansancio del viaje, y ella no se había esforzado en corregirlos. Así había podido escaparse pronto de la mesa para salir a tomar un poco el aire. No se lo había planteado hasta ahora, pero le extrañaria mucho que su madre se enfadara. No en ese pueblo. No ese día.
Si mal no recordaba, existía aún una pequeña estación de tren donde solía ir de pequeña. Estaba practicamente abandonada, ya que el pueblo no era el destino preferente del turismo, ni mucho menos, así que solamente pasaba un tren al día, para llevar a los viajeros a la capital.
Caminó acariciando las blancas murallas, cerrando los ojos ante el tacto. Se sentía inexplicablemente feliz. Era lo que llevaba tanto tiempo deseando. Un lugar donde comenzar de nuevo. Otra oportunidad, que se extendía ante sus ojos. Era como si, después de tantas penurias, la vida le donara un pequeño frasco de esencia de Felix Felicis para usarla como dispusiera. Le costaba tanto asumirlo que tuvo que morderse el labio varias veces para comprobar que estaba en lo cierto.
La pequeña estación se encontraba enfrente de ella. Enana, blanca y coqueta, tal y como la recordaba.
Una ligera capa de rocío cubría los rojos bancos que se situaban frente a ella, y la luna se reflejaba en los raíles, dándoles un matiz azulado.
Julia se quitó las bailarinas, para sentir mejor el frío de la noche. Se sentó en el andén, con las piernas balanceándose sobre la vía, y dió un largo suspiro. No tardó en percatarse de que sentía predilección por este lugar, cuando apenas llevaba cinco minutos en él. Algo en su interior se sentía atraido por el aura que desprendía la estación,y de repente supo que allí iba a pasar la mayor parte del año. Quizá porque le recordaba tiempos mejores. Quizá porque no parecía real. Quizá porque parecía sacada directamente de un cuento de hadas. En todo caso. ¿ qué mas daba ?
sábado, 5 de noviembre de 2011
viernes, 4 de noviembre de 2011
V.
El coche se detuvo con un suave ronroneo. Una torre blanca proyectaba una larga sombra sobre las casas que se encontraban en sus inmediaciones, dándo la impresión de que eran mucho más pequeñas de su tamaño real. Julia se bajo del coche, y el aire le erizó la piel. Miró a un lado y a otro de la calle,y, sin poderlo evitar, se sintió como en casa. Frente a ella, se extendia una alfombra verde cercada por la calle, a su vez rodeada de los cuatro torreones que cerraban el pueblo. Giró sobre sí misma para encontrarse con su madre, que, con los ojos puestos en el horizonte, le sonreía abiertamente. Lentamente, Julia se dirigió a la puerta delantera para sacar a su hermana del coche, y luego fué a coger las maletas. Esta momentanea ( pero fingida ) hiperactividad tenía como principal objetivo atajar cualquier intento de inicio de conversación por parte de su madre, ya que no estaba segura de sí, al contestar, le saldría la voz.
Por fin, cuando hubo finalizado todas las tareas posibles, echó a andar sin esperar a nadie a lo largo de la calle, hasta pararse enfrente de la puerta de los tíos. Julián debía haber finalizado la mudanza hacía algunas horas , ya que su camión estaba aparcado con una rueda sobre la acera, como era costumbre, y esto sólo sucedía cuando las cosas marchaban bien.
Así pues, cogío aire, y se preparó para las bienvenidas y demás saludos típicos de un pueblo pequeño. Hecho esto, se armó de valor y tocó la puerta.
Por fin, cuando hubo finalizado todas las tareas posibles, echó a andar sin esperar a nadie a lo largo de la calle, hasta pararse enfrente de la puerta de los tíos. Julián debía haber finalizado la mudanza hacía algunas horas , ya que su camión estaba aparcado con una rueda sobre la acera, como era costumbre, y esto sólo sucedía cuando las cosas marchaban bien.
Así pues, cogío aire, y se preparó para las bienvenidas y demás saludos típicos de un pueblo pequeño. Hecho esto, se armó de valor y tocó la puerta.
lunes, 10 de octubre de 2011
IV.
Cuando abrió los ojos, todo habia cambiado. Era luz de mediodía, y se proyectaba de forma tenue sobre los campos. Donde antes habia habido edificios, parques, asfalto y gente, ahora, un halo verde lo envolvía todo. Entornó los ojos para ver y forjarse una mejor idea sobre el paisaje de su alrrededor. Su primer vistazo no le había traicionado, aquel paraje parecía haber salido de un cuento para niños. Había ido muchas veces al pueblo de los tíos, pero desde lo que había pasado, siempre habían venido ellos, así que no tenia una idea clara de lo que era volver al pueblo.
Avanzaban por una sinuosa carretera que ascendía poco a poco por un pequeño cerro. A ambos lados del camino, el trigo y las malas hierbas crecían a su antojo, lo que le daba un aspecto de desaliño a propósito. Julia bajó la ventana para poder aspirar el olor de aquellos campos, y , al tiempo que lo hacía, cerró los ojos. La esencia de la naturaleza, en una convivencia pacífica con la civilización, la golpeó de lleno, y tuvo la sensación de que nada , absolutamente nada, volvería a ser cómo antes.
Avanzaban por una sinuosa carretera que ascendía poco a poco por un pequeño cerro. A ambos lados del camino, el trigo y las malas hierbas crecían a su antojo, lo que le daba un aspecto de desaliño a propósito. Julia bajó la ventana para poder aspirar el olor de aquellos campos, y , al tiempo que lo hacía, cerró los ojos. La esencia de la naturaleza, en una convivencia pacífica con la civilización, la golpeó de lleno, y tuvo la sensación de que nada , absolutamente nada, volvería a ser cómo antes.
miércoles, 5 de octubre de 2011
III.
It's time to do it now and do it loud "
Iba sentada en la parte trasera del monovolumen, mientras el sol le acariciaba quedamente la piel. Llevaba los cascos, y escuchaba una canción de My Chemical Romance. En parte para no pensar, en parte para evadirse, ya que su hermana llevaba preguntando desde que se habian montado en el coche cómo iba a ser vivir en un nuevo lugar. " Qué pesada " , pensó con una sonrisa, pero se percató de que si las circustancias fueran otras ella también estaría bombardeando a Raquel a preguntas.
Como si de una película se tratara, la ciudad en la cual había vivido toda su vida desaparecía al compás del viento. Los altos pisos, los jardines, las calles, eran dejadas atrás con rapidez. Julia no sintió ante esta escena ni un mísero ápice de tristeza. Era como si contemplara la escena desde fuera, de forma totalmente apersonal.
Con cuidado, se quitó los cascos y se dirigió a su madre para preguntarle cuanto faltaba para llegar. Raquel, sorprendida y aliviada porque su hija no siguiera encerrada en el mundo de la música, ajena a todo y a todos, levantó la vista de la carretera.
- Pues la verdad esque no lo sé.. tu padre siempre conduce cuando vamos al pueblo de los tíos - admitió con una sonrisa avergonzada.
Pero calculo que no mucho, ya que papá y Julián ya han llegado, supongo que unas 4 horas más..
- Entonces, voy a ver si duermo un poco, ¿ vale ? Que con este sol ...
Raquel sabía de sobra que no iba a dormir, si no que iba a entregarse de nuevo a los confines de su mente, pero no dijo nada, y asintió con la cabeza.
Ella se recostó con suavidad contra el asiento, y se recogió el largo pelo ondulado en un moño, para que no le molestara. Trasteó el MP3 hasta encontrar la lista de reproducción de Vetusta Morla, giró la cabeza hacia el lado del sol, y cerró los ojos, sumergiéndose en sus pensamientos.
miércoles, 14 de septiembre de 2011
II.
Más o menos a las seis de la mañana, Julia se incorporó debido al ruido procedente del exterior. Somnolienta aún, subió la persiana y sacó la cabeza por la ventana. El aire frio de la mañana le puso la carne de gallina. Entornó los ojos para ver mejor, y se percató de que el camión de mudanzas que conducía Tío Julián estaba aparcado frente a la casa. Sorprendida por este hecho, ya que no era común en él estas horas de visita, decidió bajar y echar un vistazo.
No se preocupó siquiera en calzarse, ya que le gustaba sentir el tacto de los azulejos frios bajo sus pies. Bajó con cuidado las escaleras, procurando no despertar a nadie, y se encontró a su padre apoyado en el requicio de la puerta. Estaba fumando. Julia se acercó, y apoyó la barbilla en su hombro.
- Buenos días, princesa. ¿ Ya levantada ? dijo sonriendo.
- Papá, ¿ qué es todo esto ?
Carlos suspiró, y con un gesto le indicó que se fuera a sentar a las escaleras.
- Nos mudamos, cielo. Al pueblo de los tíos.
Esperaba que la noticia cayera como una bomba, pero Julia apenas se inmutó.
- ¿ Cuando ?
- Tan pronto como puedas recoger tus cosas y meterlas en el camión del Tío Julián.
Cómo si hubiera oído toda la conversación, Julián entró en casa esbozando una gran sonrisa.
Era un hombre grande y fuerte, con un poblado bigote ya cano y ojos grandes y cariñosos.
- ¿ Cómo está mi sobrina preferida ?
- ¡ Tío Julián ! exclamó Julia abrazandolo.
- Anda, anda, deja en paz a Julia que tiene que recoger sus cosas - sonrió Carlos.
A paso ligero, Julia comenzó a subir de nuevo las escaleras. Su cabeza era un torbellino de ideas.
Cuando llegó a su habitación, comenzó a sacar ropa de los armarios, arrojándola encima de la cama. No tenía mucha, puesto que después de lo que había pasado había tenido un pequeño episodio de locura en el cual había querido romper totalmente con el pasado ( eso, por supuesto, incluía la ropa )
Al llenar casi por completo su maleta pequeña de ropa, complementos y demás cosas variadas, Julia se sentó en la cama un segundo. No tenía muchas cosas que recordaran que era adolescente, tales como posters, o fotos de amigos por toda la habitación. La única cosa que apreciaba eran los discos, de los cuales tenía miles. Cogió una bolsa de H&M y comenzó a meterlos ahí, de la mejor manera posible.
Cuando acabó con esta tarea, dió un par de vueltas por la habitación. Era totalmente apersonal, y eso le gustaba. Nadie hubiera dicho que la habitación había pertenecido a una persona desde que había llegado al mundo.
Esbozando una sonrisa extraña y cogiendo la pequeña maleta en la cual iban recogidos 17 años de su vida, Julia cerró la puerta y comenzó a bajar las escaleras.
Una nueva vida, un nuevo lugar, nuevas personas. Otra oportunidad. Todo aquello con lo que siempre había deseado la esperaba fuera.
Y por primera vez en mucho tiempo, tuvo la sensación de que nada podría salir mal.
No se preocupó siquiera en calzarse, ya que le gustaba sentir el tacto de los azulejos frios bajo sus pies. Bajó con cuidado las escaleras, procurando no despertar a nadie, y se encontró a su padre apoyado en el requicio de la puerta. Estaba fumando. Julia se acercó, y apoyó la barbilla en su hombro.
- Buenos días, princesa. ¿ Ya levantada ? dijo sonriendo.
- Papá, ¿ qué es todo esto ?
Carlos suspiró, y con un gesto le indicó que se fuera a sentar a las escaleras.
- Nos mudamos, cielo. Al pueblo de los tíos.
Esperaba que la noticia cayera como una bomba, pero Julia apenas se inmutó.
- ¿ Cuando ?
- Tan pronto como puedas recoger tus cosas y meterlas en el camión del Tío Julián.
Cómo si hubiera oído toda la conversación, Julián entró en casa esbozando una gran sonrisa.
Era un hombre grande y fuerte, con un poblado bigote ya cano y ojos grandes y cariñosos.
- ¿ Cómo está mi sobrina preferida ?
- ¡ Tío Julián ! exclamó Julia abrazandolo.
- Anda, anda, deja en paz a Julia que tiene que recoger sus cosas - sonrió Carlos.
A paso ligero, Julia comenzó a subir de nuevo las escaleras. Su cabeza era un torbellino de ideas.
Cuando llegó a su habitación, comenzó a sacar ropa de los armarios, arrojándola encima de la cama. No tenía mucha, puesto que después de lo que había pasado había tenido un pequeño episodio de locura en el cual había querido romper totalmente con el pasado ( eso, por supuesto, incluía la ropa )
Al llenar casi por completo su maleta pequeña de ropa, complementos y demás cosas variadas, Julia se sentó en la cama un segundo. No tenía muchas cosas que recordaran que era adolescente, tales como posters, o fotos de amigos por toda la habitación. La única cosa que apreciaba eran los discos, de los cuales tenía miles. Cogió una bolsa de H&M y comenzó a meterlos ahí, de la mejor manera posible.
Cuando acabó con esta tarea, dió un par de vueltas por la habitación. Era totalmente apersonal, y eso le gustaba. Nadie hubiera dicho que la habitación había pertenecido a una persona desde que había llegado al mundo.
Esbozando una sonrisa extraña y cogiendo la pequeña maleta en la cual iban recogidos 17 años de su vida, Julia cerró la puerta y comenzó a bajar las escaleras.
Una nueva vida, un nuevo lugar, nuevas personas. Otra oportunidad. Todo aquello con lo que siempre había deseado la esperaba fuera.
Y por primera vez en mucho tiempo, tuvo la sensación de que nada podría salir mal.
viernes, 9 de septiembre de 2011
I.
La noche en la que se despertó gritando por enésima vez, supo que ésa iba a ser la última. Empapada de sudor, cerró los ojos con fuerza y comenzó a contar los segundos que faltaban para que sus padres irrumpieran en la habitación. Intentó acompasar su respiración de un modo u otro, pero fué inútil. Se dispuso a esperar a la barabunta que entraría en cosa de pocos minutos, pero no llegó nunca.
Era cierto que llevaba diciéndoles mucho tiempo que no se preocuparan, pero nunca creyó que la harían caso. Parecía estar oyendolos :
- " Julia, tú no te preocupes, ¿ vale ? Que todo va a salir bien "
-" Papá, estoy bien. De vez en cuando tengo pesadillas, pero cada vez son menos vívidas "
La cuestión esque Mamá no se lo creía, y debido a eso, seguian acudiendo noche tras noche.
Ni siquiera Marina, su hermana pequeña, había podido sobrellevar la situación con normalidad. Se tenía que haber cambiado de habitación después de que sus gritos no la dejaran dormir noche no y noche tampoco.
Suspirando, se tumbó de espaldas en la cama, pensando en nada y en todo. En unas pocas semanas terminaría aquel pésimo verano, y vendría de nuevo un pésimo curso. Los ojos se le empañaron, preguntandose si le quedaría alguna fortaleza para soportar otros 9 meses de curso. Pero había algo en su interior que le susurraba que no sería capaz.
jueves, 1 de septiembre de 2011
.
Este es uno de los días que me gustaría desaparecer por un momento del mundo. Un día que me gustaría decir aquello de " paren el mundo, que me bajo "
Y esque estoy harta ya, de la puta opinión de la gente, de todos sus putos prejuicios y pensamientos, de lo que hacen o dicen, en una palabra, de todo.
La jodida cuestión sigue plantada en mitad de mi cabeza, sería tan fácil olvidarla... Pero olvidar significa tomar un camino u otro, y hoy día no puedo hacer eso. Ni a mí, ni al resto de personas involucradas. Perdonad, si cabe, mi cuidado lenguaje de esta noche, pero no estoy de humor para ser polite.
En una frase.
PAREN EL MUNDO, QUE ME BAJO.
martes, 9 de agosto de 2011
2.
Empujó la puerta, y para su sorpresa, se la encontró abierta. Luego recordó que en verano era así, era otra de sus manias. Puertas y ventanas abiertas en verano. No importa lo que pase, cómo pase o cuando pase. El verano está para disfrutarlo, sea como fuere, sin temores , confiado. Esa era precisametne la palabra : confiado. Suspiró, decidida a no darle muchas vueltas al asunto , y comenzó a subir las escaleras.
Todo estaba en penumbra, y apenas llegaba a dislucirse la luz encendida de la habitacion de estudio. Con una mano, acarició las paredes y ese gotelé tan conocido. Aquella casa estaba llena de recuerdos, listos para estallar y dejarla desolada en cualquier momento. Cerró los ojos para infundirse valor, lista para no dejarse avasallar.
Al llegar a la habitación de estudio, dejó el cuadro con cuidado encima de la mesa del ordenador y se quitó las sandalias. Para no hacer ruido, para sorprender. Qué más daba. En la terraza, una figura se recortaba en la oscuridad. Para variar, mirando la noche. Otra de sus manias. " La noche está estrellada, y tiritan, los astros azules a lo lejos " Bendito Neruda. Ese verso le pegaba a la perfección en ese momento.
Corrió la larga cortina azul y avanzó un par de pasos. Lentamente, despegó los labios y pronunció su nombre.
Lo que pasó a continuación no habría podido explicarlo ni en mil veces que lo hubiera intentado.
Todo fué rápido, muy rápido, quizás demasiado, pero cuando te encuentras envuelto en una situación así todo pasa con lentitud. Quizás demasiada.
Nada más pronunciar su nombre, se volvió hacia ella, como un huracán, airado, pero al mismo tiempo con delicadeza y cuidado. Un segundo después la miraba directamente a los ojos, enfadado, apasionado. Le impedía respirar. Comenzó a besarla, sin prisa, pero sin pausa.
Con furia. Sin desperdiciar un segundo. Marchándose lejos, pero sin soltar sus labios. Juntos, separados, enfadados, difusos, apasionados. Respirando desacompasados. Con cuidado, la aupó y ella se aferró a su cuerpo ayudandose de sus dos piernas.
Sin dejar de besarla, la apoyó contra la pared. Subida de temperatura , inmediata. Piernas que acarician, labios que muerden. Su pantalón demasiado corto, su camiseta demasiado suelta. Aumento de sus deseos. Él. Ella. Busca su camiseta, huele a él, y se la quita. Él hace lo propio, y se detiene a mirarla. Uf. Se muerde el labio, pensando al significado de dejarse llevar. Y lo hace.
Los siguientes gestos los hace sin pensar, cómo si lo arrastrara la corriente, pero sin dejar de ser consciente ni un sólo segundo. Hace calor, la ropa sobra. Las yemas de sus dedos acarician su piel nívea, congelando ese instante para siempre.
lunes, 8 de agosto de 2011
Movies !
Si no la jodo, reviento. Hasta ahí, estamos de acuerdo, ¿ verdad ? Ahora, pasaré a explicar a quién quiera escucharme de qué manera, cuando y porqué pasé a la acción y la jodí hace un par de noches.
Quedé con J, bien, hasta ahí, perfecto, y le dije que tenía algo que comentarle. Empezamos a caminar, y el tema salió inevitablemente. ¿ No os pasa siempre que todos los discursos que has preparado anteriormente, anticipandote a cada reacción, cada respuesta, teniendolo todo calculado, luego se quedan en nada ? Porque, sinceramente, espero no ser la única a la cual le pasa esto.
Cuando empezé a hablar, las palabras salieron a borbotones de mis labios, queriendo terminar lo más pronto posible, y , por supuesto, esperando una respuesta. Ya no una respuesta coherente, si no una respuesta, al fin y al cabo.
J se quedó... vamos a decir " frío ". No dijo absolutamente nada, ni cuando, con fina ironía, le invité a que comentara algo. Cojonudo. Empezó a besarme, y dentro de mí crecía una sensación que no conocía. Era, quizás, incomodidad ? Rabia ? V sostenía que era enfado, decepción.... un poco de todo.
Acariciaba mi espalda, era.. cariñoso ? Ahí se encendieron todas mis alarmas. Si algo apreciaba en J , era que simplemente buscaba un lío, ( o eso pienso, por dios, espero que no cambie )
Durante cinco largos segundos, que a mí se me antojaron eternos, trazé un plan de acción en el cual yo, cual heroína de pelicula, me ponía en pie, ponía las cosas en su sitio y me marchaba. Sola, desafiante. Libre.
Resulta que pasar a la acción me resultó un poco más dificil que pensarlo, ( de hecho, ahora mismo sonrío al pensarlo... ¡ que películera soy ! ) pero salió bien. Puse los puntos sobre las íes y me dispusé a marcharme. Sintiendome un poco culpable, porque mis palabras estaban destinadas a un público un poco más activo y agresivo, y J en ese momento no era ni una cosa ni otra, pero oye, nadie es perfecto.
De vuelta, como ya he dicho, me sentí un poco culpable pero satisfecha conmigo misma, y , cómo no, J no metío cuchara en nuestra estupendísima guerra de silencios.
Llegar a casa, hablar con V, me ayudó a aclarar mis sentimientos y sentirme todavía mejor conmigo misma, y llegar a la conclusión de que definitivamente me había echo notar, y a ningún precio.
El viernes, una noche memorable.
Para los amantes de las películas.
jueves, 4 de agosto de 2011
Eso dicen.
¡ Brindemos por nuestros pecados, luego dale a play ! Así empieza una cancion de Duo Kie, y hoy , un dia normal como cualquier otro me paro a pensar en su significado, y en su razón. Alguién dijo alguna vez que si critican tu pasado, es porque no tienen nada que decir de tu presente. Supongo que todo se olvida, y yo tengo una capacidad increible para todo lo que sea olvidar lo doloroso. Será la última vez que comente este hecho, la verdad esque nisiquiera sé como he acabado escribiendo esto, la cuestión está mas que olvidada, pero aún hoy, echo la vista atrás y me sorprende mi fortaleza. Quienes me conocen saben de sobra que la fortaleza, la entereza, y los cojones no destacan entre mis virtudes. Pero ahí estuve a la altura, le eché cojones y me superé. No a cualquier precio, claro está, lo pasé mal , pero ahora soy mejor. Soy mejor, y si me encuentro otra situación parecida la despreciaré, la miraré a los ojos y no habrá quien me pare entonces.
Curioso, verdad ? El tiempo lo cura todo. Supongo.
domingo, 31 de julio de 2011
Vuelta a empezar. De nuevo. Unas manos que se deslizan mas allá de los confines del cuerpo, caricias que se acercan a lo prohibido, respiraciones desacompasadas, calor.
Me detengo un segundo para observarlo de cerca, y sonrío. Está nervioso, pero sus grandes ojos azules me miran sin vacilar. Sin mediar una palabra busca mis labios, deteniéndose en ellos, sin prisa, pero sin pausa. Sus manos buscan mi vestido, y en un abrir y cerrar de ojos ya no lo tengo. Uf ! Me abraza contra él, no me permite pensar, ni respirar apenas. Mi corazón cogió su compás y ahora no hay quién lo calme.
Y, sin más, me dejo llevar.
jueves, 14 de julio de 2011
1.
En la puerta de su casa, todo parecía mucho mas dificil. Toda esa palabreria que ella habia preparado, todos esos discursos, heroicos y valientes, se le hacian duros de pronunciar. En cuanto pronunciara una palabra, frente a el , toda su fachada de autocontrol y seguridad se desvanecerian. Quedaria lo que era, una muchacha insegura y dificil, que abandonaba a la primera de cambio en busca de vientos mas favorables. Aún asi, respiró despacio un par de veces y se dispuso a tocar la puerta. Al alzar la cabeza, se percató de que una figura se recortaba en la inmensidad de la noche, y algo le dijo que no habia sido la unica a la cual le habia parecido imposible conciliar el sueño.
miércoles, 15 de junio de 2011
Decisiones,pensamientos.
Aunque me hubiera repetido mil veces a mi misma que no merecía la pena ni pensarlo, la cuestión seguida clavada en mi cabeza, como una espiga a merced del viento. Definitivamente, a mí me pasaba algo. NO era caer una. Ni dos. Ya ibamos por tres, y los tiempos venideros no prometían nada bueno. Hoy tomaría la última, para remontarme otros dias a aguas pasadas.
Supongo que de ver a ellas dos, felices, porque no hay nada más saludable que el amor ( ...o eso dicen ) iba a resultar cierta la teoría de V. No era envidia, nada de eso, sino una misera esperanza de vislumbrar ese sentimiento. Inútil. Inútil, inútil... repetía la misma voz en mi cabeza. ¿ Cómo habia sido tan tonta incluso de pensarlo ? J aparentaba fortaleza, seguridad, pero la poseia a pares como si de un yorkshire enano se tratara. Era, además, infantil, sin fuerza de voluntad ( aunque yo no podría ponerme como ejemplo de todos estos defectos que le achacaba) , pero aún asi era capaz de pillarse, y de ser cariñoso. Supongo que yo no le dí nunca la oportunidad. Aún asi, seguía pensandolo. Lo mio era tomar decisiones primero y pensarlas después. ¡ Viva !
Supongo que de ver a ellas dos, felices, porque no hay nada más saludable que el amor ( ...o eso dicen ) iba a resultar cierta la teoría de V. No era envidia, nada de eso, sino una misera esperanza de vislumbrar ese sentimiento. Inútil. Inútil, inútil... repetía la misma voz en mi cabeza. ¿ Cómo habia sido tan tonta incluso de pensarlo ? J aparentaba fortaleza, seguridad, pero la poseia a pares como si de un yorkshire enano se tratara. Era, además, infantil, sin fuerza de voluntad ( aunque yo no podría ponerme como ejemplo de todos estos defectos que le achacaba) , pero aún asi era capaz de pillarse, y de ser cariñoso. Supongo que yo no le dí nunca la oportunidad. Aún asi, seguía pensandolo. Lo mio era tomar decisiones primero y pensarlas después. ¡ Viva !
viernes, 10 de junio de 2011
OchoJunio.
Un año más. De risas, de secretos, de agobios, de fiestas, de miradas, de adivinanzas, de buenos y malos ratos, un año más. Tu tiendes a pensar que es un año menos de vida, pero sabes que yo pienso de forma distinta. Si hoy tuviera que pedir un deseo, sería sin ninguna duda pasar estos 365 dias que empiezan a la de yá junto a ti. Supongo que estas harta de que te lo diga, porque suelo repetirme, asi que intentaré no aburrirte con estas palabras, pero eres algo más que un todo para mí. Eres quien bien me puede cortar el rollo cuando más motivada estoy ( sueles hacerlo, y me encanta ) , quien me puede mimar si me vé que estoy mal ( lo haces siempre , y me sigue encantado ) , que me baja al mundo cuando empiezo a fantasear, cosa muy común en mi. Hay miradas que matan, y sigo sin entender como unos ojos como los tuyos pueden pasar de la dulzura al odio en segundos. Aún asi, me encanta. Tienes puntos que podría estar escuchándolos infinitamente, y me seguiría riendo y preguntando como es posible que seas tan así. Casi toda tú eres incomprensible, pero pienso que por eso, una de las razones por las cuales te me has hecho un huequito aquí dentro.
Solamente hemos pasado 4 años juntas , nosé para ti, pero para mí estos años han sido especiales, básicamente porque tu presencia empañaba todo ese tiempo. ( y todas esas frases tipicas que se dicen, lo bueno esque aquí es verdad)
Podría seguir hablando de ti y de lo muchisimo que te adoro, que no terminaría, probablemente el mundo se acabaría y yo seguiria susurrandote estas palabras al oido.
No importa, tengo toda la vida para decirtelo , porque, si algo puedo apostar sobre seguro, esque voy a estar ahí, pase lo que pase, para el resto, tan cerca como desees que esté.
Solamente hemos pasado 4 años juntas , nosé para ti, pero para mí estos años han sido especiales, básicamente porque tu presencia empañaba todo ese tiempo. ( y todas esas frases tipicas que se dicen, lo bueno esque aquí es verdad)
Podría seguir hablando de ti y de lo muchisimo que te adoro, que no terminaría, probablemente el mundo se acabaría y yo seguiria susurrandote estas palabras al oido.
No importa, tengo toda la vida para decirtelo , porque, si algo puedo apostar sobre seguro, esque voy a estar ahí, pase lo que pase, para el resto, tan cerca como desees que esté.
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